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| María Trinidad Sánchez |
María Trinidad Sánchez: vida y legado
Biografía
María Trinidad Sánchez Alfonseca nació en Santo Domingo el 16 de junio de 1794, hija de Fernando Raimundo Sánchez e Isidora Ramona Alfonseca. Desde joven se dedicó a la costura y fue una figura central en la educación y cuidado de sus sobrinos; entre ellos destacó Francisco del Rosario Sánchez, a quien ayudó en su formación. Su vida transcurrió en un ambiente de ocupación haitiana y tensiones políticas que la llevaron a involucrarse en las redes independentistas.
Aportes a la independencia
Participó activamente en los preparativos que llevaron a la proclamación de la República el 27 de febrero de 1844. La tradición histórica le atribuye, junto a Concepción Bona, Isabel Sosa y María de Jesús Pina, la confección de la primera bandera dominicana en la Puerta del Conde, emblema que simbolizó la identidad nacional. Más allá del simbolismo, Trinidad actuó como mensajera y enlace entre conspiradores: transportó comunicaciones, alojó perseguidos y suministró materiales. Se cuenta que llegó a ocultar pólvora bajo su falda para la fabricación de cartuchos y que conocía los escondites de líderes trinitarios, información que nunca reveló pese a las presiones.
Detención y ejecución
Tras la independencia surgieron divisiones internas y el poder de Pedro Santana se fortaleció. A finales de 1844 y principios de 1845 se descubrió una conspiración que buscaba favorecer el regreso de los trinitarios exiliados. Trinidad Sánchez fue detenida, sometida a un consejo de guerra y condenada a muerte. Durante los interrogatorios se le ofreció el perdón a cambio de que delatara a sus compañeros, pero ella se negó a traicionar a los suyos. El 27 de febrero de 1845, exactamente un año después de la proclamación de la República, fue fusilada.
Legado
Su sacrificio la convirtió en un símbolo del liderazgo femenino en la gesta independentista. En la memoria colectiva dominicana se la considera ejemplo de lealtad, valentía y entrega a la causa de la libertad. En su honor se nombraron escuelas, plazas y barrios; además, una provincia lleva su nombre como reconocimiento oficial a su aporte. Sus restos reposan en el Panteón Nacional y su figura se evoca en ceremonias patrias y actos educativos.
María Trinidad Sánchez es recordada no solo por la bandera o por su rol práctico como enlace, sino también por su firmeza moral frente a la presión. Ha pasado a la historia como una de las mujeres más destacadas de la independencia dominicana y como víctima del primer crimen político ocurrido en la joven república. En 1959 se creó la provincia que inicialmente tuvo otro nombre y en 1961 se le asignó el nombre de María Trinidad Sánchez. Por su entrega popularmente ha recibido el título honorífico de “Madre de la Patria”. Su historia sigue vigente.